También funciona al contrario: decantarnos por la mejor opción puede aumentar nuestro margen de forma muy interesante. Es lo que definen algunos "guruses" como el know-how que nos aporta valor añadido.
Dentro del periplo que supone para un contenedor cruzar el mundo ¿Cuánto podemos facilitarle el camino?
Tener claro la mejor ruta de exportación o importación, o conocer los mercados exteriores más atractivos para nuestro producto, son sin duda dos puntos clave de ese conocimiento estratégico. tomar este tipo de decisiones "sin despeinarse", cada una en su ámbito, nos puede ayudar a ahorrar mucho tiempo, dinero y sobre todo, muchos disgustos.
En cada elección, la experiencia previa ayudará a rechazar algunas alternativas, en favor de otras que por determinadas razones parecerán más adecuadas, o al menos, menos malas. También es útil recopilar información, consultar a expertos... Pero cuidado con perder de vista nuestros objetivos: decidir puede convertirse en un proceso agotador que nunca concluye en nada práctico. ¿Os suena?
Fuente: www.decisionquality.org |
¿Os imagináis una respuesta tipo: "Jefe, estoy barajando los distintos escenarios posibles para ganar capacidad de reacción y minimizar el impacto de los riesgos"? Y su correspondiente cara de: No me cuentes tu vida ¿mandamos el contenedor por Barcelona o por Valencia? He aquí nuestra lucha.
¿Somos conscientes de la importancia de este proceso? ¿Le dedicamos más o menos tiempo del necesario?
¿En qué herramientas os apoyáis para tomar decisiones?
¿Pesa más la intuición o lo que diga un estudio o un medio?
¡Ánimo, tomadores de decisiones! ¡Espero vuestros comentarios!
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