EE.UU. y la U.E. negociarán para impulsar el comercio transatlántico (II)

Tras escribir el post anterior, se me han planteado algunas reflexiones más.Actualmente, la relación comercial entre EE.UU. y la C.E. es la más importante en flujo comercial (unos 2/5 del comercio mundial, que suponen alrededor de 1.700 millones de euros al día según datos del Parlamento Europeo en 2011.) Y esto, sin tener en cuenta los servicios y las inversiones cruzadas.


Un precedente reciente de este espíritu colaborativo, es que durante el verano de 2012 ya se alcanzó un acuerdo para facilitar la presencia de las PYMES en ambos continentes. Sus resultados están todavía por mostrarse en los balances. (Desde aquí animo a que si alguien tiene experiencias al respecto, las comparta con nosotros).
Lo que está más que claro, es que potenciar un acuerdo de este calibre es estratégico para afianzar posiciones frente al avance de China e India como nuevos líderes económicos.

Por eso me pregunto: ¿Son los socios adecuados? ¿Nos conviene a los europeos?

Porque recordemos, ha habido varios intentos anteriores. Y varios "enfados" y frustraciones correspondientes. Así que, por supuesto, en este nuevo intento de acuerdo transatlántico tampoco será fácil.

Desde la teoría, todo parecen beneficios y bondades para nuestra maltrecha economía. Aunque supuesto, habrá también algunos inconvenientes y complicaciones. De entrada, se me ocurren:

• Existen importantes puntos de resistencia en ciertas políticas proteccionistas por ambas partes. De hecho el Parlamento Europeo, ya apuntó que ellos tienen que dar su aprobación.

• Ambos tienen que presentar sus propuestas ante sus respectivas cámaras, donde se hace más presente la presión de los lobbies (que poco tienen que ver con la política y mucho con los respectivos negocios de cada uno.

• Sigue habiendo conflicto de intereses internos dentro de la U.E. Por ahora Alemania y Gran Bretaña están a favor de tomar medidas para aumentar las exportaciones. Y Francia, que normalmente no ve con buenos ojos estas políticas globalizadores, esta vez ha dicho que "no le parece mal". Aunque eliminar barreras a ciertos tipos productos, sobre todo industriales, puede aumentar considerablemente la competencia de Alemania tanto en mercado europeo como en terceros países. Y eso quizás no le guste tanto. España, por nuestra parte, aunque parece estar más pendiente de "otros problemas", también tendrá algo que decir cuando llegue el verano. Sobre todo si tocan productos agro-alimentarios (que por ahora, parece que quedarán fuera de las negociaciones).

• Divergencias legislativas en materia militar, derechos humanos y civiles y lucha contra el terrorismo. Que además son temas delicados de cara a la opinión pública. Pero donde puede estar la madre de todos los conflictos, es en la guerra del copyright y las patentes de software. Puesto que en el segundo caso, parece que ni siquiera dentro de Europa se hayan puesto de acuerdo para decidir si implantan una legislación común. Pero de nuevo, quizás ante la "presión" de un tercero, logren sacar adelante lo que tanto les está costando.

• Y lo más importante: dejaría en desventaja e incluso desplazaría a terceros países, que por su lado tienen acuerdos propios con ambos bloques. Además del "enfado político" que pueda suponer, hay que tener en cuenta que algunas de estas economías asiáticas y latinoamericanas, a las que ahora se les podría perjudicar con este tipo de acuerdos, son las que marcarán ritmo comercial mundial en un futuro próximo.

Los próximos pasos serán hacer los trámites internos correspondientes y pedir permiso para negociar. Estaremos pendientes de los movimientos para este nuevo "tira y afloja", que dicen que empezará en junio de 2013.

El debate está servido. ¿Tenéis ya vuestras propias teorías?